¿ Y si al final todo encaja?

Me propongo con este blog que hoy inauguro una simple costumbre que a menudo tiene el ser humano: ir encajando piezas.

 La vida desde aquí se nos presenta,a veces,desconocida, insensata, feliz, arriesgada, apática, apasionante, intensa, descarada, injusta, irreconocible, enamorada, extraña, misteriosa...y un sinfín de adjetivos que iré poniendo a medida que viva o que muera estando viva (que también es posible). Al final, bien es sabido que todo pasa; que nada es eterno; que todo es impermanencia con lo bueno y lo malo que esto conlleva. Que cada día sepamos más está también en el ánimo de cada uno. Aunque también es cierto que hay veces que te levantas con la sensación de haber desaprendido. A lo mejor porque te has vuelto a equivocar, quizás porque ha ocurrido algo que no esperabas, tal vez porque no encaja esta pieza en ese momento y te niegas a que pertenezca a tu vida. Qué sé yo. Las razones son múltiples y tenemos la mala costumbre de intentar encajar todo incluso en medio del desorden. Los de espíritu inquieto estamos permanentemente en una continua búsqueda. Y eso tiene de malo lo que tiene de bueno. 

Cada vez que llegue aquí relataré vivencias, pensamientos, escribiré pequeñas historias algunas inventadas y otras tan reales que superan satisfactoriamente la ficción. Cuando digo que "satisfactoriamente" me baso exclusivamente en las palabras de un amigo, al que quiero y admiro por su talento y sensibilidad y por otras cuestiones que no vienen al caso, y que a menudo me recuerda,riendo generosamente, que nunca me podrá pagar todo el material que le estoy dando para sus novelas. A lo mejor por esto vengo aquí. ¿Será por esto por lo que vendré? Por una cosa u otra me detendré en la marcha para contar aquí este paréntesis de vida en el que me hallo.  

 El título de mi blog se lo debo a Benedetti con una ligera variación. Él escribió un poemario titulado La vida ese paréntesis. Esos versos quedaron en mí, yo que siempre me he sentido en medio de un paréntesis y entre puntos suspensivos... Me permití así una ligera variación y sustituí el demostrativo porque siempre prefiero la cercanía. Lo lejano se me escapa y hace que me pierda. Además está claro que es en "este paréntesis" donde escribiré y sobre el que relataré según discurran los días y los meses. Y una vez dicho esto os doy la bienvenida y las gracias por ser compañeros de este paréntesis. Me dispongo ahora a dejaros aquí un poema inédito que escribí hace unos meses. No dejaré muchos versos pues mi objetivo ahora es tejer lo que será mi segundo poemario. Pero hoy es  un día grande porque me lancé al vacío de las palabras y la maraña de mis pensamientos y eso merece algo.

El poema lo escribí, cuando yo, que ya me dice mi amigo el que he nombrado antes, que soy muy buena y muy ingenua para ciertas cosas (y mira que no me tenía yo por eso...una descubre siempre algo nuevo), creí en los sueños ciertas noches y ciertos amaneceres,en los sueños de la vida que llega y te sorprende en medio del dolor. El caso es que, al menos, los versos sirvieron para eso: para estar más despierta y ser menos ingenua y aprender a soñar sola (ya me apaño yo que con mis sueños tengo para una trilogía). Y sin más dilación aquí os los dejo:

YO TE INVITÉ A SOÑAR

Yo te invité a soñar. Te pagaba el viaje.

Salía el billete caro

pero en principio se nos abría el mundo, elástico,

insistente. Hacía surcos el alba

y aparecía alumbrándonos

en plena madrugada.

Yo te invité a salir de lo de siempre:

Atrás historias rotas, amor sin versos,

adiós a la derrota, al mundo raro

y solo

donde andábamos.

 Atrás vivir así:

 en soledad,

 más de lo que establece la existencia.

Yo te invito a soñar pero el billete

sigue en el mismo sitio colocado.

Hubo un cruce de líneas a destiempo

y se retrasa el vuelo del que hablabas.

Una se cansa siempre de esperar

y hay silencios que indican incesantes

que el billete no será para ti

(y tal vez lo quieras)

Pero llegó el día con su noche

y decidí ponerlo a la reventa.

   

                                Sierra Castro (abril 2013)