365 días más

365 días que se me escapan. Se han ido. No puedo decir que todos hayan pasado sin pena ni gloria, más bien todo lo contrario.Todos han hablado, todos y cada uno de los días me susurraban algo. A veces no era lo que esperaba escuchar, pero es de maleducados y desagradecidos no escuchar lo que se te dice. Así que siempre he estado atenta con el propósito de aprender. Confieso que no aprendo tan rápido como quisiera.  O casi que no aprendo, pero sí puedo decir como el gran Neruda "confieso que he vivido". Confieso que he vivido; he vivido entre la luz y la sombra, entre el olvido y la fama, entre el despecho y la indiferencia,entre la soledad y la compañía plena, entre la prosa y el verso, entre la estrella y la luna, entre el corazón acongojado y el corazón abierto, entre los sueños y la realidad devastadora, entre el silencio y el ruido, entre castillos y ruinas, entre princesas y brujas, entre la tierra y el cielo, entre los pies y mis alas para volar más allá. He querido ser luz, estrella, compañía y sueños, pero eso nunca basta porque la vida es lucha y en la lucha tenemos la mala costumbre de olvidar los detalles, lo pequeño, lo aparentemente insignificante, y nos perdemos en esperar algo que nunca llega. Quizás mi alma de poeta, que tanto me hace sufrir, al tiempo me hace detenerme en átomos que nadie repara;  quizás nunca me lleven a nada  esos átomos y me pierda en abstracciones, como cuando era pequeña y contemplaba la magia al trasluz de la ventana y, en medio de ese rayo de luz, los átomos cobraban vida. Las cosas cobran vida dependiendo de la intensidad con la que quieras saborear los instantes sin programar nada. Sólo ahí se está viviendo y lo demás es una falacia. Esto es lo que he intentado aprender este año que se esfuma:  un año con más sombras que luces, con más aceptación que derrota, con más preocupación que ligereza, con más nerviosismo que serenidad y con más búsqueda hacia la esencia de algo que sigo sin encontrar. La vida debe ser la metáfora de otra cosa aunque no podemos idear el término imaginario.  Sólo nos quedamos con lo real, con lo tangible, con lo que es vida, con la vida. Y qué es la vida como ya preguntaba Calderón ¿una ilusión?¿una sombra? ¿una ficción? Pero todo no puede ser mentira, debe haber algo de verdad en la vida más allá de los sueños que nos mantienen vivos. Sólo si enciendes los sueños asoma la sonrisa. El miedo es enemigo de los sueños, de la evolución interior y de la transformación, pero es inevitable sentir miedo. Claro, puedes soñar o no, eso irá en relación con la medida en la que pretendas programar esto que llaman vida. La programación incluye el futuro y no hay nada más incierto en la vida que el día de mañana. Programar es restar vida a la vida que es similar a esos pétalos que las niñas lanzan hacia arriba y esperan ver caer sin otra pretensión que la belleza en la trayectoria de su caída. Programar es distraerte y no observar como el pétalo es bello respirando el instante en que te roza. De la otra manera el pétalo está destinado a caer sobre la certeza del suelo que en la vida es la muerte.   Y cae, claro que cae, sin haberlo respirado y ni siquiera advertido. Pero ya está en el suelo y su destino cierto es que jamás vuelve a la flor. La vida es como una rosa y los días son sus pétalos destinados a morir. En esos días de pétalos caídos lo mejor que tengo sois vosotros. Todos lo que me habéis hecho seguir, con una palabra, un gesto, una sonrisa, una lágrima. Los que habéis tirado de mí y seguís escuchando a este corazón loco, despistado, sensible, incomprendido...Vuestros abrazos en mis momentos grises, vuestra paciencia y vuestro consejo.  El recordarme que la vida está ahí y que habrá corazones dispuestos a abrazarme y que yo los abrace. Por eso y mucho más creo que ha merecido la pena este año que se me escapa  y que termina en mí quizás con más sombra que luz. Yo seguiré la luz, ése es mi sino y ahí estaréis vosotros. Os quiero. Ojalá que el 2014 borre lágrimas y tatúe sonrisas. Ojalá que el 2014 me instale en la certeza y no en la incertidumbre, ojalá nos regale paz, serenidad y amor. Ojalá que sea un Feliz 2014 para todos los que en mí estáis por distintas razones.

Feliz Año Nuevo, siempre Sierra